viernes, 9 de noviembre de 2012
No me importa donde estoy
En ocasiones no basta con mirarse a un espejo para notar que no eres quien creías (o esperabas o querías) ser. La vida constantemente varía sus cartas y te pone en jaque, agrega elementos, quita otros. Hay situaciones incomprensibles, sentimientos indescriptibles y emociones intangibles. Podría quemar mi identidad, eliminar mi "yo", botar mi vida, suplantar mis sueños, crear nuevas ilusiones, respirar un aire contaminado pero enriquecedor a la vez. Es cerrar los ojos cinco veces por segundo, apretar los párpados muy fuerte y saber, que el viento tiene una dirección, pero que vas a otra y no importa, y da igual, y sigues, y es incorrecto para el universo pero lo más correcto y perfecto que hayas podido experimentar en toda tu existencia. Es no entender pero sentir la calma de la ignorancia, sentir sin presiones. Vivir en realidad. Estremecerte.
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