domingo, 20 de mayo de 2012

¿Cómo salvar una vida?

Esencia de nada, puede que sea un buen concepto. Nunca he querido que sepan cómo me siento pero creo que tengo el maldito/bendito germen que me obliga a escribir, a reparar en la ortografía cuando me esmero y en las palabras más rebuscadas que las usadas en una conversación informal. Extraño muchas cosas y duelen. En ocasiones me fuerzo a cumplir metas que recuerdo haber abortado por el excesivo cansancio que provoca mantener la ilusión en el tiempo, pero debería intentarlo nuevamente aunque no tenga ni idea de donde vine ni en qué me convertí entre amargura y sal. Me equivoqué quinientas veces pero lo pensé mil veces antes de hacerlo. No debería tener mayor remordimiento porque nunca fue un impulso. No soy capaz de actuar en base a un instinto primitivo indescriptible o por "no saber" algo. Desearía hacer muchas cosas en las que sé que fracasaré y la disyuntiva es si debería realizarlas ya que podría sorprenderme por los buenos resultados o evitarlas por los malos. Y es como probar un solo cigarro sabiendo que es nocivo, besar el filtro, aspirar con todos los pulmones y luego mantener el humo en la boca. No tener certeza de nada en realidad y dejar salir lo que sobró de toxicidad del tabaco por la nariz, perdiendo un poco de tu alma que ya estaba perdida. "Re-perder" algo que ya habías extraviado previamente puede ser gravemente terrible o simplemente parte de la rutina y de la costumbre.

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