martes, 25 de enero de 2011

Fue mi verso y mi papel


Nunca moriré solamente para que no sufras y no verte a lo lejos llorar por mi partida. Y yo a ti te amo con locura y sin medida, sin razón y sin perdón, de manera constante y gradual, sucedió un día de enero y se prolonga hasta hoy. Pretendería gastar todas mis palabras para explicar al mundo por qué te amo y cómo te amo, pero simplemente debo tener la calma en el corazón, la paciencia en el alma de evitar la ansiedad, ya que solamente con mirarte tú sabes de la forma que me siento cuando estoy contigo y de lo que sueño vivir junto a ti.
Si tuviera que congelar el infierno por ti, voy, me quemo con el fuego y posteriormente con el hielo. Y no me importaría, porque sabría que tú curarías mis heridas y vendarías mis manos. Aunque más que tus cuidados, solamente con mirarte y oírte mis dolores cesarían.
Todos los movimientos que hago son generados por ti, para ti.
Y me conoces mejor que nadie y has visto mis peores defectos. Sin maquillaje, despeinada, fea, colapsando de tristeza y enojada pateando las puertas. A la vez has podido sacar lo mejor de mí a relucir, obra tuya y con mis deseos fervientes de mejorar, de darte todo, de hacerte feliz, de que me ames cada día más y que te convenzas constantemente de que me escogiste sin equivocarte. Yo prometo mejorar todo, continuar, luchar, aprender de mis fracasos y prepararme para triunfar.
Me has dado todo, has sido “mi verso y mi papel” y podría decir que “me alejó de todo mal, me dio su corazón”. Eso me asustaba, me petrificaba de miedo, solamente de pensar que estaba entre mis manos y yo de despistada lo dejara caer, romperse, destruirlo, dañarlo. Me detuve un segundo, pensé y nunca tuve idea más brillante que aquella: abrí mi pecho, de par en par y una noche cuando su cuerpo se fusionaba con el mío, su corazón se posó bajo mi clavícula y está latiendo al lado de mi corazón.

(Título sacado de "Bella" de Ricky Martin)

No hay comentarios: