lunes, 21 de septiembre de 2009

Nunca entender (que somos muchos, varios) ejecutando el mismo plan


¿De qué sirven los buenos recuerdos si solo provocan melancolía? No sé donde se escriben los finales felices, creo que en los cuentos de hadas. Entonces si todos somos mortales comunes y corrientes sin cara de princesa, manzanas envenenadas, casas de dulces o una trenza enorme que cuelga por la ventana ¿Cómo pretendemos tener un final feliz si no somos personajes de ficción?
Las películas de amor suelen deprimir porque siempre la tónica es similar: chica linda, popular e inteligente + hombre guapo pero escurridizo de las relaciones cae rendido a sus pies, pasan un obstáculo que para el guionísta es descrito como "el gran problema", de esos dignos del caballo de Troya, Edipo Rey y demases, para luego resolverlo. Se quedan juntos y son felices. La situación no cuadra porque los actores no lloraron por más de diez minutos en toda la película y tú te das cuenta que tu tiempo record en llanto es similar, pero record como el menor tiempo que has derramado una lágrima. ¿Por qué las películas románticas tienen un final feliz? (Cosa que lejos de alegrar te deprime porque sientes que tu vida está a millas de millas alejado de esa realidad). Si lo piensas, en las películas de amor siempre se centrarán en LA pareja o triángulo amoroso, nunca aparecen los mil novios poca-cosa que tuvo antes, el galán de película siempre luce bien, incluso cuando es vagabundo, la protagonista siempre tiene el pelo perfectamente peinado incluso recien levantada. nunca en la historia aparecen los personajes en cuestión más de cinco minutos trabajando: siempre están en la cafetería de moda, de fiesta, comprando ropa o conversando con las amigas en las calles de Nueva York. Cuando llaman por teléfono a alguien no pasan ni dos segundos y ya se han reunido y nunca les dicen "no, tengo que estudiar, no puedo verte". Y lo más importante: siempre quienes se conocen son el uno para el otro, nunca se muestra la etapa de ensayo y error de conocer a veinte tipos y notar que de todos no haces ni un octavo de lo que realmente buscas. Siempre ambos personajes están en el momento y lugar indicados, cosa que pasa pocas veces en la vida y claro, las películas solo hablan de ESE momento, no de los demás que componen el 95% de nuestras vidas, cuando estamos en el lugar y momentos obligados pero nunca el correcto.

(Título sacado de "Uno tras otros" de Saiko)

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