viernes, 18 de septiembre de 2009

Viviendo en cámara lenta


Cámara lenta es difícil de explicar con palabras pero empíricamente hablando se entiende perfectamente. Son imágenes en secuencia hilada sin interrupción alguna perceptible al ojo humano, pero quizás la inteligencia artificial o algún animal con el sentido de la vista agudo puede notar pequeños cortes, la transición de una escena a otra, no sé si los murciélagos con su radar, quien sabe, nunca he conversado con uno. Y hoy es un día extraño luego de un cóctel de pastillas mayor que el habitual, pero lo curioso y no repetido, es que son para dolores físicos, para la falta de defensas contra cierto virus que me tiene la garganta destrozada. Y si me quedo de pie en medio de la calle sé que debo continuar, porque puede pasar un auto-cosa que sería riesgosa-y porque hoy no me quiero rendir, por lo menos hoy no. No quiero perder nada de lo que tengo, por poco que sea, quiero congelar el tiempo y guardar las cosas lindas que hoy tengo, aunque las cuente con los dedos de una mano. Hay sentimientos que durarán y nisiquiera hay que preguntar (o pedir). El cielo esta tarde está llena de banderas del país, de "mi" país. Nunca he sentido realmente un amor por la patria como los militares o los deportistas que representan este lugar llamado Chile. No me lo explico. Las Fiestas Patrias son excusas, es una hipocresía para tener días libres, bailar cueca-siendo que menos del veinte porciento de la gente sabe que aquella danza se inspiró en el correteo entre un gallo y la gallina como una previa sexual-tomar alcohol a destajo y comer empanadas. Y existe amor al país, a quien encabeza la nación que es un presidente y su gabinete-cosa que me resulta indiferente porque actualmente si hay algo que me importa poquísimo es la política-existen una serie de amores. Es raro pensar que cada vez que alguien está triste, preguntamos si es una pena de amor. Responden afirmativamente, y cuentan la historia de un ex novio que los hizo sufrir, les hizo daño, les fue infiel, les mintió o simplemente los dejó de amar. Nadie dimensiona lo que es la palabra "amor". Función metalingüística-que densos los términos para un simple texto de un blog cualquiera-definiendo la palabra. No sabría definirla, honestamente. Podría decir que es un sentimiento, pero eso es describir y no definir. Hay amor de pareja, de padre, de madre, de hermanos, de amigos, a tus pasatiempos, a tu cantante favorita, a tu mascota, a tu tiempo libre, a tus abuelitos, a las conversaciones, a cierta película que te aprendiste de memoria, a tí misma. Sufrir por el desamor de una pareja es darle rating a quien no merece, alguien que no lo vale. Dicen que el verdadero amor existe entre dos personas, cuando no se hacen daño, cuando prefiere dañarse a sí mismo antes de dañarte a tí, es quien no te abandona, quien no duda de lo que siente por tí, quien lucharía por tí contra viento y marea, quien bajaría al infierno a buscar una llamita de fuego si es que se lo pidieras, quien es capaz de entenderte solamente con una mirada, quien cede sin mal acostumbrarte, quien entiende tu pasión y las cosas que adoras respetándolo. Hoy miro mi reflejo, algo cansado por el insomnio, pero no importa, podré dormir otro día, otra noche, cuando el cansancio me alcance y me empuje sobre cualquier superficie sólida (aunque preferiría que fuera en mi cama). Hay tantas cosas en el camino, cosas por las que me derrito y no comprendo ni conozco. Quizás mañana sabré con certeza.
La mejor receta para salir de ese lugar sin colores llamado oscuridad es recordar lo que te llena de luz, eso que tan solo mentalizando por un instante hce que tu mirada brille, que el alma vuelva a tu cuerpo por unos minutos, pocos, pero preciados. La cantidad no hace la vida. No todo se puede cuantificar. No existe una pesa para ver cuántos kilos de dolor cargas ni un termómetro para ver cuánto te calientas el cerebro pensando en las cosas que hiciste y no debiste. No todo se calcula con números. Hay cosas que las sientes y es todo. Hay cosas que amo y cosas que odio, pero lo curioso-y triste-es que siempre sabemos lo que no queremos con mayor claridad que lo que realmente deseamos. Hoy romperé el esquema. Amo a mi mamá aunque haga carbonada un par de veces al mes, amo a mi papá aunque no sea la relación más fluída que pueda existir pero "survivor man" nos une mientras come orugas y nos hace reír, amo a mi hermano aunque a veces sea odioso pero olvido todo eso cuando me regala alguna cosa que él piensa que es ínfima pero que para mí significa mucho o cuando me invita a ver alguna película de Disney Channel, amo a mi abuelita porque me regala día a día los mejores momentos que pueden existir-incluso cuando habla de la gente "medio pelo" y de los "rotos tirados a gente", amo a mi tata porque me enseñó la capacidad de poder reír a cualquier costo, de cualquier cosa o de cualquier persona, me regaló lo mejor de mí, me dio las herramientas suficientes para ser alguien conciente y responsable, amo a mis amigos porque siempre han estado conmigo en los buenos, regulares y malos momentos, en la ebriedad y en la sobriedad, penas y alegrías, amo a la Florencia porque es la mejor mascota que podría existir incluso cuando no me deja comer tranquila y llora para que comparta con ella algo de comida pero eso lo olvido cuando estoy deprimida cada mañana antes de pararme de la cama y se acuesta sobre mi pecho con sus patitas sobre mi cuello mirándome perpleja mientras me pide que la acaricie, amo a la Pelusa por haber sido mi primera mascota que adoré y que me mostró que la relación humanos/animales realmente existe, amo escribir porque es lo único que me conecta con los demás, que pone mis pies sobre la tierra y mis pensamientos en oraciones claras, amo el poema de Elizabeth Bishop que se llama "The art of losing" porque todos hemos perdido algo alguna vez en la vida y debemos aprender a vivir con ello, amo a Kylie Minogue porque escucho tan solo una canción interpretada por ella y es impresionante cómo mi estado de ánimo cambia, amo admirarla, amo a Pablo Illanes por brindarme las mejores lecturas de mi vida, amo a mi sicóloga que una vez por semana me escucha con paciencia de santa y que me regala una sonrisa cada vez que la veo aunque su calefactor eléctrico me descompense los primeros minutos de la sesión, amo a las jirafas soñando platónicamente en tener-algún día-una viviendo en el patio de mi casa para poder darle acacia todas las mañanas, amo a Tinkerbell junto con todo lo que respecta al país de Nunca Jamás-debería existir realmente, amo mi pieza porque es lejos mi lugar favorito, el mejor destino, mi mundo privado adorado, amo mi celular porque es donde siempre estoy, amo los caballos sobretodo aquellas tardes de domingo donde lo único que me animaba era galopar en la orilla del mar sintiendo la libertad. Amo descubrir que amo tantas cosas, amo amar tantas cosas.
Quizás el destino me ama y por eso me hace sufrir en cierto momento, para que sea algo previo a la inmensidad del sentimiento, para que el dolor no sea enorme, infinito, incalculable y eterno. Quizás el destino me ama, en cámara lenta, pero me ama.

(Título sacado de "Slow Motion" de Kylie Minogue)

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