domingo, 9 de agosto de 2009

No dejes que el vestido te engañe


Quizás podría saber tantas cosas. Mirar mi cara a un espejo y poder ver mis propios ojos, porque es injusto que todos miren mis ojos y yo misma, que soy la dueña de ellos no pueda hacerlo sin usar elementos de intermedio. Mientras te mueves mis pupilas se dilatan, puede que tengas algo que ver en eso. Dios te ama si te mueves con él. Creo en Dios pero no es un tema recurrente en mí. La gente puede odiarte si cambias. Quién sabe en qué esperpento puedes convertirte, quien sabe. O quizás puedes ser una versión mejorada de tí mismo. Nadie lo sabe, son riesgos que se corren. En las lágrimas que corren por mi cara de seguro tienes algo que ver. No sé si tengo algo que perder. El tiempo nisiquiera me espera. Déjame enderezarte mientras te mueves. Tendré que preguntarme muchas cosas hoy. Hoy siento que conozco más de tu personalidad pero no tengo palabras para expresar cómo se siente eso, qué opinión tengo al respecto. El destino se ha ido denuevo, eso que llaman suerte también. Hay tantas cosas que quisiera saber. Mis manos están moradas y el miedo comienza a tomar territorios inexplorados. Tanto tiempo huí de las cosas, evadiéndolas, que hoy siento que me tomaron con una tenaza enorme y me han puesto en un laberinto sin luces ni suelo firme, por más que grite, no puedo, porque no me sale la voz. No dejes que mi vestido te engañe. Todos aman cuando me muevo. La luz llega a mis ojos pero solo me puedo encandilar. No dejes que me pregunte más cosas de las que hoy tengo entre signos de interrogación entre la cuarta y quinta neurona que habita en mi cerebro. No siento nada. Hoy no siento nada. Es como si me hubieran arrancado todo tipo de sentimientos y solo estoy, nisiquiera soy, solo estoy. No dejes que el vestido te engañe. La luz que ves en mi cara te gusta, lo sé, puedo notar tu sonrisa y cómo te acercas hacia mí lentamente mirando mis labios. No dejes que el vestido te engañe. Las cosas que evadí corren tras de mí, corro lo más rápido posible, se rompe mi tacón y me siento culpable porque combinaban perfectamente con el vestido. Me rodean y no puedo hacer nada. Cada cosa está frente a mí y me rindo, no hago nada, si quieren llévense todo pero quiero que me dejen tranquila. Me miran sin hacer nada. El miedo comienza a trepar por las paredes de mi mente. Quisiera pensar que es un engaño. Las mentiras que veo frente a mí me quitan la respiración, caigo al suelo intentando sobrevivir. La gente puede llegar a odiarte si cambias. Tengo tanto por perder. Déjame entenderlo mejor mientras te mueves. No dejes que el camino vuelva a mí, no permitas que el destino otra vez haga lo mismo. Nunca fui mala, nunca pude ser una villana, nunca pude ser despreciable ni detestable. Lamentablemente nunca lo seré. Quisiera engañarme a mí misma. La suerte juega poker todo el tiempo con las oportunidades que están aquí. No me odies por cambiar. No dejes que el vestido te engañe. El maquillaje no está donde debería. Ya no adorna, empeora. Y ese olor, está en todos lados, me enferma, no quiero oler más eso. Me deprime, puede que me produzca una tristeza irreversible. La casa está vacía pero ese maldito olor vuela por todos lados. Tengo demasiado que perder. No quiero respirar. No respiraré incluso si mi corazón se paraliza por completo. Prefiero morir de asfixia que recordando esa fragancia. No tengo tiempo que perder. Aman que me mueva con todos. Odiarían que cambie. Dejo de respirar, me tapo la nariz, y me siento engañada. Es una extraña sensación. Escucho mil mentiras que alguna vez me dijeron, gritan a mi lado. Me tapo los oídos y nuevamente ese olor vuelve a mi cerebro. No escucho pero huelo. Me aniquila lentamente. Me tapo con una mano un oído y con la otra la nariz. Puedo oler un poco y oír. Es peor. Tantas cosas pasan por mi cabeza en ese instante. Todo eso pasó por mi cabeza. Volví a la realidad dejando mis pensamientos de lado, ellos me sonríen y yo sonrío de vuelta. Es el mejor evento del año, y mi vestido es el más hermoso. Cierro los ojos y revivo las mentiras, miedos, dolores, decepciones y tristezas, ese olor combinado maquiavélicamente con los gritos. Abro los ojos y miro mi reflejo. Todos están preparados para celebrar. Mi vestido es el más hermosos de todo el salón. Deja que el vestido te engañe.

(Título sacado de "The dress" de Blonde RedHead)

No hay comentarios: