martes, 9 de diciembre de 2008

Debo amar que nunca moriré


Felicidad es algo que sentí ayer. Caminé más de tres horas alrededor del mismo lugar. La fiebre comienza a molestarme un poco. ¿Cuántas esquinas debo doblar? Es exactamente donde debería haber estado hace mucho tiempo años. Algo en mi propio lugar que está sonriendo cerca, es lo que soy. Algo que va y viene, viendome ir y venir, la fiebre comienza a molestarme un poco. Mil pájaros en la cabeza me hacen hablar. Espero que se entienda, espero ser entendida y no malinterpretada. La felicidad, más o menos de eso, es algo que se huele en mi libertad. Mi mente, nuevamente mi mente sonríe. Debo amar que nunca moriré. La suerte no es algo más que el azar, algo sin predisposición arbitraria, simplemente pasa. Algo genuino en mi piel está hablando. Mi mente, nuevamente mi mente sonríe. No sé por qué ni cuanto durará, pero mi mente sonríe. Quizás dure tres semanas o medio minuto. No tengo certeza, pero prefiero no desperdiciar el tiempo preguntando y pensando. Nunca aprendí a tocar guitarra ya que mis dedos no tienen la suficiente flexibilidad para eso. No puedo tocar el violín por tí. Soy como el gato que obtiene la crema y se lame frente a los demás. Felicidad, más o menos de eso, es algo que se huele en mi libertad, precisamente donde estoy ahora. ¿Cuántas veces debo aprender? Soy un afortunado con fuego en mis manos. Espero no quemar nada. La felicidad llendo y viniendo, es solo lo que soy. El amor va quedando atrás y otra porción está adelante, debería correr a atraparlo, quizás con mayor velocidad o quizás sentarme aquí a esperar madurar. Es algo genuino en mi libertad. Es la originalidad de mi respiración, la sensación en mis palabras, Mi mente nuevamente. Sí, mi mente. Debería amar que nunca moriré. Quizás una tregua con el tiempo estaría bastante bien, sería una nueva oportunidad, tal vez mayor decisión es la clave de tranquilidad mental. Es algo en mi libertad, por más que la palpe y la toque, busco decisión, la compro o la permuto por un par de oportunidades que no necesito. Mi mente nuevamente, veo mi fiebre aumentar considerablemente. ¿Cuántas esquinas debería cambiar? La suerte no está de mi lado ni del de nadie, la suerte tiene muchas cosas que hacer como para fijarse en un simple mortal, quizás desea correr desnuda por su habitación sintiendo el aire a su alrededor. ¿Cuántas cosas debería aprender? Espero poder comprender todo de una vez. Debí amar que nunca moriría. Veo las cosas ir y venir, algunas las detengo, otras no, puedo retener las que realmente calzan en mi vida, las que podrían eventualmente pertenecerme, no las que están alejadas de lo que soy realmente. Es algo que está cambiando en mi libertad. Debo amar que nunca moriré.

(Titulo sacado de "Lucky man" The verve)

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