sábado, 16 de marzo de 2013

There's nothing wrong with who you are.

Un poco de cansancio no le hace mal al cuerpo, al contrario de lo que todos piensan. Está tan mal calificada esa palabra. Hay derecho a no poder más, a querer dormir, a no querer escuchar ninguna voz más. Mi manera de cansancio es seguir, que la corriente me lleve a donde sea y cuando sea, que las masas me indiquen la dirección, por equivocada que sea, porque sé que cuando el agotamiento pase y las energías regresen a mi cuerpo, podré conocer la salida de ese camino y volver al mío, al de siempre.
Y quieres dormir y en la tele dan películas buenas, quieres silencio y todos te hablan, quieres soledad y todos te buscan. Es como si el cansancio viniera unido a nunca coincidir, a que por más que quieras una cosa, el universo se empeña en darte otra. No hablo en el sentido trágico de lloriquear porque quería algo y no lo tengo y Dios me odia y bubububu lagrimitas y pataleos, sino que en el sentido estricto de la palabra, desde lo más práctico, casi sacado de la mente de un hombre. No es egoísta atesorar el silencio, la oscuridad, la soledad, la introspección, el aislamiento. Son cosas necesarias para la vida, tal como respirar. Puede que descubro que estoy cansada solamente cuando la inercia me lleva, cuando está mi cuerpo pero mi mente no. Insisto, no es algo malo, son momentos que pasarán cuando llega por fin el descanso, el despojarse de las cosas malas, de las ideas negativas y de las personas nocivas y ahí, tal como un formateo, todo vuelve a ser boni (sí, dije "boni").

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