sábado, 24 de diciembre de 2011


Es difícil llegar al punto donde la comprensión es la suficiente para llegar al raciocinio final de entender que hay cosas importantes y otras no. De hecho no debería usar la palabra “cosas” porque una profesora siempre dijo que no es una palabra realmente, porque puede representar tantas cosas, que no es fidedigna, que en realidad no significa gran cosa, en realidad no tiene ningún significado.
Y entiendes que hay personas que siempre fueron fundamentales y no te enteraste o no quisiste hacerlo y personas que en realidad llenaban espacio, aumentaban tu popularidad probablemente o era agradable pasar un momento (o dos) conversando y haciendo estupideces que no tienen algo más relevante que ofrecer. Y te desgastas por el segundo tipo de personas y no por el primero. Eso está MAL. Es malo no darse cuenta, pero el momento de alivio es cuando puedes tener el discernimiento de un día, seleccionar.

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