domingo, 18 de septiembre de 2011


Zarparía pero no sé si realmente estoy en un barco. Fortuitamente las palabras emanan, como dijo María Luisa Bombal “de éste brazo, que dice lo que la lengua se guarda”. No soy necesariamente una atormentada, un “Holden” (El guardían entre el centeno) solo soy una persona, una mujer o una niña en realidad, que pretende saber qué paso dar ahora, mañana y en dos semanas más. Que el éxtasis no nuble mi mirada ni aturda mis sentidos, que no se vayan las cosas por la rendija de la puerta y pueda ser capaz de oler la mañana, de escuchar ese susurro tan tenue que me empuja a la calma, que me obliga a la paz, que me lleva directamente a la luz y a su vez, a la salvación. No creo saber qué es correcto o incorrecto y no puedo decir que me es indiferente, porque toda mi vida me he regido por eso, creo.

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