martes, 9 de noviembre de 2010

Probablemente vertiría todos mis sueños en un recipiente para hervirlos en el fuego y que suban, que florezcan, que se eleven como vapor, van a tener sus propias alas, un cuerpo, una mente a la cual llegar, un futuro al que marcar. Son impresiones de sueños antiguos, de sensaciones adversas, de otoño, de aves cantando.
En ocasiones me llama y si me falta el aire es mera coincidencia, de la oscuridad bajo destellos verticales que no dicen nada, pormás que quisiera que me hablaran, están indemnes.
De vez en cuando puedo reír, en ocasiones llorar, surgir, divertir, en otras simplemente ser feliz. Son secretos que guardo, mi vida se basa en mí.

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