lunes, 9 de agosto de 2010

Con la misma vieja canción

Me quiero bajar, hay días que de ésta montaña rusa me quiero bajar. Acabo de reventar mi cerebro con muchas tazas de café. Hoy descubrí que odio las almas torturadas y es en esos momentos donde no quiero sentir nada ni pensar en nadie, solamente en que respiro, tengo vida, sueños y mil proyecciones por delante. En ocasiones quisiera comprender un sinfín de situaciones que se han presentado en mi vida de manera tan irónicas e incluso contrarias, donde por más que amplíe mi raciocinio, no logro entenderlo. Realmente no sé lo que dicen mis ojos, si los veo a un espejo, no puedo concertarme y observo toda la imagen, completa.
Solamente hago tiempo esperando otra vuelta esperando que los abusos me den una excusa cuando se han consumido todas mis energías, solamente hago tiempo esperando otra vuelta hasta que algo me detenga, escuchando la misma vieja canción sin detenerme a reflexionar nada en absoluto.
Me pregunto cómo será caminar a mi lado, las veces que sea posible. Miro a las personas que amé y no logro comprender, nada se aclara y continúo dando vueltas sin parar hasta que a causa de un mareo fortuito caiga sin poder levantarme nuevamente.
No sé qué significa esto. Siento que mi cabeza palpita pero no estoy drogada, debe ser una migraña que habla por mí y comanda mis dedos para expresar esto, que estoy segura, cuando lo lea, no entenderé de qué se trata ni a qué viene. Da lo mismo, no cobran por publicar, así que no saldrá un peso de mi bolsillo y no me sentiré mal, en lo absoluto.

(Título sacado de "Hanging arround" de The Cardigans)

No hay comentarios: