martes, 22 de junio de 2010

Bocanada

En ocasiones desearía gritar tan fuerte y comprobar mi agudeza con sangre en mis oídos recorriendo mi cuello como mares de desesperación donde navegan las palabras mencionadas pero nunca escuchadas, las ignoradas, las que junto al polvo volaron con una bocanada de viento sin poder serpentear la realidad, dejando todo intacto mientras las horas vagan indiferentes causando un dolor permanente acorde a una historia sin final.
Vomitaría todas las frases que tengo guardadas para cambiar el curso de las cosas pero admito que hoy me encuentro sumergida en un cuadro bulímico severo, mis dedos tienen letras y lo que retorna desde mi estómago hacia mi boca no es jugo gástrico, es la impotencia de ver sufrrir a quien más amo en mi vida por un cruel amor.
No estoy cómoda y hoy pretendo no regresar. Escribo cabeza abajo alargando el después para no afrontar mi vida real ni lo queme espera en el amanecer.
Esta noche quisiera preocuparme solamente de mí y no puedo, soy la última de mi lista. No puedo abandonar a quien me ofreció la mitad de sus genes hace unos (o varios) años atrás.
El aire vacío me fatiga desvaneciendo mis fuerzas hacia una distante salida sin poder mirar atrás o adelante, con las manos atadas con nada más que decir entre el humo maloliente del tiempoy de los daños causados.

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