
Vomitaría todas las frases que tengo guardadas para cambiar el curso de las cosas pero admito que hoy me encuentro sumergida en un cuadro bulímico severo, mis dedos tienen letras y lo que retorna desde mi estómago hacia mi boca no es jugo gástrico, es la impotencia de ver sufrrir a quien más amo en mi vida por un cruel amor.
No estoy cómoda y hoy pretendo no regresar. Escribo cabeza abajo alargando el después para no afrontar mi vida real ni lo queme espera en el amanecer.
Esta noche quisiera preocuparme solamente de mí y no puedo, soy la última de mi lista. No puedo abandonar a quien me ofreció la mitad de sus genes hace unos (o varios) años atrás.
El aire vacío me fatiga desvaneciendo mis fuerzas hacia una distante salida sin poder mirar atrás o adelante, con las manos atadas con nada más que decir entre el humo maloliente del tiempoy de los daños causados.
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