viernes, 18 de septiembre de 2009

Que han caído los esquemas de mi vida ahora que todo era perfecto


No sé si fue cosa de despertar una mañana y estar casi segura de que he cambiado de parecer, de que lo que creí que era casi una verdad absoluta se desvanece en cosa de minutos solamente por ver una película. No sé si alguna vez soñé con estar acompañada pero sin dinero o exitosa pero sola. No podría decir con exactitud si pensé en tantas cosas que hoy me cuestiono. Hay adicciones más nocivas que otras y día tras día consumen más horas de mi poco tiempo libre: cafeína, jugo de piña, kiwis con yogurt, reír, nicotina, rodearme de amigos-exclusivamente hombres-, películas infantiles. Quisiera saber qué hay frente a mis ojos realmente pero me resulta imposible abrirlos. O no. Quizás no quiero, no me animo a hacerlo. Debería llover esta noche para recuperar parte de esas ansias por hacer locuras de antaño, de ser una persona más sin nada particular caminando lentamente mientras la ropa se empapa y todos corren buscando desesperadamente un techo o un taxi mirando con cara de extrañeza a alguien diferente que aparte de salir en busca de sentir la lluvia, también busca un resfriado. El tiempo pasa lento, los días rápido. No se entiende. No lo entiendo. No lo entiendes. Duermo casi de madrugada, mi día comienza cerca de la hora de almuerzo de todos los mortales y luego la tarde vuela. Vuelvo a mi casa, me acuesto y el insomnio llegó denuevo. Y empieza todo otra vez tal como lo viví veinticuatro horas antes. Pero si miro hacia atrás, no ha pasado nisiquiera una semana. Parece que no basta con respirar ni sobrevivir. Sobrevivir es de los mediocres, de los que se conforman con lo mínimo que tienen a su alcance, sin necesidad de estirar mucho el brazo por miedo a fatigarse. No pretendo sobrevivir, sería denigrante. Hay quienes nacieron para brillar y para triunfar, pero es difícil notarlo. Son tantos recuerdos, mil secretos. No sé si aún quedan secretos novedosos. Todos tienen secretos trillados: cientos de hombres son amantes de una mujer casada, mil gays viven dentro del closet fingiendo ser heterosexuales, en Medio Oriente las mujeres juran que son vírgenes para poder casarse, todos dicen que no mienten pero lo hacen al menos cinco veces al día pero lo guardan como secreto. A fin de cuentas, son secretos a voces, de esos que se camuflan por debajo de la alfombra, que creen ser tan anónimos, pero son más famosos que los Beatles.
Intentaré inventar un secreto solo mío, que nadie nunca haya vivido y guardarlo solo para mí, olvidarlo de vez en cuando, recordarlo para escribirlo en un papel, y olvidarlo nuevamente. Cuando encuentre aquel documento de mi puño y letra, sorprenderme por tener un secreto tan secreto.
Y algo que luego de leer la última palabra de este texto ya no será secreto es esto: nunca quise escribir esto, habló la censura, quise escribir de todo menos de esto.

(Título sacado de "Siempre me quedará" de Bebe)

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