
Cuando quedan las cagás más uno en las familias o en la vida uno se da cuenta quien está y quien no, quien importa y quien es un mero relleno de esos sin importancia que se inflan solos, como cuando era chica y compraba un algodón de dulce inmenso, rosadísimo, había un poco de viento y se reducia al puro palo donde venía.
Y sí, te amo, gracias por todo siempre, por la paciencia, por aguantar mis rabietas y mis penas, cuando las situaciones me superan y me siento tan pequeña ante tamañas monstruosidades y tú siempre ahí, siempre.
(Título sacado de "Sin tí no soy nada" de Amaral)
No hay comentarios:
Publicar un comentario