jueves, 11 de febrero de 2010

Tal vez lo estoy soñando



Cuando el alma está tranquila no hay dinero que lo iguale ni placeres que lo superen. Tantos años buscando estar sentada, sin pestañear, solo respirando. Por fin ese día llegó. Corro de un lado para otro, trabajo, salgo, río, leo, estoy siempre ocupada. Voy corriendo hacia la felicidad. Esos gajos pequeños de una mandarina son los que endulzan mis labios, mi lengua y mi boca por completo. Algo tan pequeño como un dulce puede hacer feliz a un niño. Es lo mismo. Son placeres tan sencillos pero complejos a la vez, es algo tan cercano que puede sacar una sonrisa de tu rostro y hacerte brillar una noche tan oscura como la de hoy, cuando destellan de mis ojos la esperanza de continuar. Y quiero seguir y pretendo caminar, sin parar hasta llegar a Pandora, donde todo es posible. A veces las cosas están más cerca de lo que la mente puede imaginar o el corazón esperar, es el secreto mejor guardado dentro de mis ojos, que se hace evidente cada vez que estoy en silencio en Forks.


(Título sacado de "Tal vez me estoy enamorando" de Nicole)

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