La rutina pretende no variar. Dormir es un buen remedio para olvidar. O quizás para quemar el tiempo que transcurre a la velocidad de una hormiga cansada que ya no trabaja porque la hormiga obrera decidió dejarla cesante. Quizás lejos es demasiado, quizás todas mis necesidades son ínfimas pero enormes. Los gritos no son audibles en una noche como hoy. Quisiera que mi cuerpo respondiera de manera positiva a las constantes caídas que el destino ha planeado (y sigue planeando). Pretendo seguir como si nada. Converso a solas con la oscuridad. Es que aquí no pasa el tiempo mientras intento no pensar. No muero, hoy no muero. Mañana probablemente. Hoy no puedo morir porque debo hacer muchas cosas que quiero evadir porque son deberes impuestos por autoridades. Antes de hacer todo lo que debo, creo que dormiré.
(Título sacado de "Y todo queda en nada" de Ricky Martin)
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