lunes, 11 de junio de 2007

Un beso al viento...una cancion desesperada


Mientras su cabeza estaba sobre mis piernas, él decía: "No dejes de tocar mi pelo, enredalo en tus dedos...me encanta". El miraba el cielo mientras tomaba mi mano de forma suave, casi ni lo notaba. Y mi vista estaba ida, en un arbol inmenso que cubría todo. La gente caminaba de forma lenta y no dejaban de mirar el entorno...Hermosos jardines le daban vida a todo, era una dimension desconocida, un territorio que podría llamarse "Mundo paralelo", claro que solo en mi mente. La gente continuaba con sus vidas, mientras mi reloj no se movía, el tic-tac no existía...aún eran las once y treinta y cinco minutos de una noche de abril, bastante fria para ser solamente otoño. Ni hacía el esfuerzo (o sea ni quería en realidad) juntar mis párpados entre sí. Estaba tan bien, pensando, mirando un punto fijo, con la mirada casi perdida, y los oídos bloqueados. Él hablaba, no podría decir con certeza de qué cosas, porque escuché un cuarto de sus relatos. Intentaba concentrarme en su voz grave, trataba de buscar algún estímulo que me hiciera permanecer junto a él, pero nada servía...Me limitaba a agachar la mirada y observar su perfecta cara sobre mis muslos casi dormidos a causa de una especie de calambre enfermizo que quedo como secuela de mis entrenamientos de patinaje. Cuando él hablaba, yo observaba su manzana de Adán subir y bajar, me recordaba lo que es la vida, que todo lo que sube tiene que caer. Su mirada estaba fija en mi, y la mía en él, solo que yo no lo estaba mirando. Mis ojos estaban sobre él, pero tan, tan abiertos, que no podía ver su cara con claridad. La ausencia de luces podría ser la mejor excusa para jurar que intentaba mirarlo y no podia, pero no tenía caso mentirme a mi misma...Algunas palabras resonaban en mí, algunas frases dichas por él con tanto ímpetu, él intentaba ayudarme a focalizar mis pensamientos en él, pero con ayuda incluída era imposible. Lo escuchaba por un par de segundos y sería todo. No podía continuar centrando mis cinco (o seis quizás) sentidos en él. Acariciaba mi brazo medio inerte. Me contaba todo lo que había sucedido en su vida, mientras él estaba ausente de la mía y de nuestros lugares comunes, cuando él se encontraba lejos pero de las pocas palabras que escuché...una de ellas era: "Mi cuerpo no estaba contigo, mi mirada buscando al tuya, pero mi corazon siempre estuvo aquí, juntos al tuyo, aunque hace varios meses que no quieres dejarlo latir al mismo ritmo que el mio, sé que me olvidaste, que me dejaste pasar, pero yo aun te quiero, aun me proyecto contigo a mi lado, mis planes siempre te incluyen". Y bueno... me quedé helada, mirando el mismo punto fijo, tenía un efecto imán ese arbol sombrío, oscurecido por una luna ausente, quizas era el efecto de las nubes, el efecto de un cigarro en una pseudo-adicta a la nicotina, la escasez de luz que afecta mis pupilas y actua de forma análoga a un par de alucinógenos. De un momento a otro, él se sentó abruptamente y rodeó mi espalda con su fibroso brazo. Me miró de forma tierna evidenciando decepción...Se puso de pie, luego se puso de rodillas mientras yo permanecía sentada, tomó mi cara de forma suave y movió mi cabeza en dirección a sus ojos y me dijo casi susurrando: "No te preocupes, todo estará bien". Lo unico que él nunca supo es que mientras él estaba acompañandome, yo pensaba en algo más fuerte que todo, la razon por la cual me ardia el pecho desde hace un tiempo...estaba pensando en ella.
(Título sacado de "A contratiempo" de Ana Torroja)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Partiendo... muy buena cancion....
Es una de mis favoritas de mi vida.... la escucho y es como un efecto aislante al exterior...a mi propio exterior...

que lindo cuento, me gusto... mucho...

Creo que una vez leido este cuento, me hare fanatica de ud...
Tiene pasta pa este cuento...

Puedo seguir leyendo el resto de sus inspiraciones no???

Sweet Kisses

dews